Clasificación de Strunz de los minerales
La clasificación de Strunz es un sistema de organización que se usa universalmente para categorizar los minerales basándose en su composición química. Fue introducido por el mineralogista alemán Karl Hugo Strunz en su Mineralogische Tabellen 1941. En 2004, esta clasificación se ajustó por la Internacional Mineralogical Association (IMA).
Hasta su 8º clasificación los minerales se clasificaban de la siguiente manera en nueve grupos.
I. Elementos nativos
Son aquellos minerales constituidos por átomos de un solo elemento que se encuentran en la naturaleza en estado nativo. Unos 20 elementos se encuentran en estado nativo y no son muy abundantes en la corteza terrestre. De acuerda a su naturaleza química, se diferencian en: elementos metálicos, semimetálicos y metaloides.
Por ejemplo, el oro (Au), plata (Ag), cobre (Cu), azufre (S), diamante (C).
II. Sulfuros y sulfosales
En este grupo están aquellos minerales formados por combinaciones de metales o metaloides con azufre. También se incluyen arseniuros, antimoniuros, seleniuros y telururos, así como sulfosales, que son sulfuros dobles de un metal y un metaloide.
La mayoría de los minerales de este grupo son opacos y tienen un gran peso específico. Suelen ser buenos conductores del calor y la electricidad. Encontramos la esfalerita, pirita, proustita o galena, entre otros.
III. Halogenuros
Los aniones característicos son los halógenos F, Cl, Br, I, los cuales están combinados con cationes metálicos (Na, K, Ca, Mg). Según el átomo halógeno que forma el haluro éste puede ser un fluoruro, cloruro, bromuro o yoduro.
Tienen una dureza relativamente baja y muchos son solubles en agua. Minerales pertenecientes a este grupo son silvina, halita y fluorita.
IV. Óxidos e hidróxidos
En estos minerales el oxígeno y el grupo hidroxilo, respectivamente, aparecen en combinación con uno o más metales.
En general, suelen tener pesos específicos elevados y algunos de ellos tienen alto valor económico. Encontramos corindón, magnetita, pirolusita, entre otros.
V. Nitratos, carbonatos y boratos
Los nitratos de esta clase tienen grupos aniónicos que son XO3. El anión es NO3. Los nitratos se descomponen más fácilmente en medios ácidos que los carbonatos. Son muy solubles en agua y se originan por precipitación en cuencas continentales con fuerte evaporación
Los carbonatos son aniones que contienen carbonato (CO3). Los carbonatos se disuelven en los ácidos y liberan CO2, lo que los hace efervescentes. Suelen ser incoloros, excepto los que contienen metales de transición, y tienen un aspecto vidrioso.
Los boratos son un tipo de anión BO3. Muchos boratos son fáciles de hidratar. Son relativamente blandos y tienen colores que pueden ser blancos, grises o amarillentos. Los incoloros se vuelven blanco calcáreo cuando se exponen al aire durante mucho tiempo y tienen un sabor amargo.
En este grupo encontramos la calcita o la boracita, entre otros muchos minerales.
VI. Sulfatos, cromatos, molibdatos y wolframatos
Los sulfatos son minerales que se forman cuando los grupos aniónicos se unen a los cationes metálicos. Los grupos aniónicos y los cationes se unen mediante fuerzas electrostáticas. Hay dos tipos de sulfatos: los sulfatos anhidros y los sulfatos hidratados.
Los sulfatos son minerales blandos y de diferente peso, según el tipo de catión que contengan. La mayoría de los sulfatos se disuelven en agua, excepto los que tienen cationes Ba, Sr o Pb. Los sulfatos alcalinos y alcalinotérreos suelen formarse por procesos sedimentarios. Los restantes sulfatos proceden de la alteración superficial de los sulfuros metálicos.
Hay dos tipos de minerales supergénicos: Los cromatos y los molibdatos (crocoíta y wulfenita, respectivamente). Estos minerales se forman en la zona donde se oxida el plomo. Los wolframatos más comunes (wolframita y scheelita) suelen encontrarse en pegmatitas graníticas y filones hidrotermales.
VII. Fosfatos, arseniatos y vanadatos
Están formados por grupos aniónicos unidos por enlaces covalentes, mientras que los grupos aniónicos y los cationes se mantienen unidos por fuerzas electrostáticas. Los fosfatos son comunes, pero hay algunos que destacan como la apatita. Esta es abundante y puede tener aniones adicionales como flúor, cloro e hidróxido. Los arsenitos y vanadatos más comunes (mimetita, vanadinita) se forman a partir de la oxidación de minerales metálicos.
VIII. Silicatos
Se trata del grupo más abundante formadores de roca. Todo silicato contiene oxígeno y silicio. Estos dos elementos se combinan con otros elementos para formar diferentes minerales. Las propiedades de estos minerales dependen de los demás elementos presentes. La unidad estructural básica de estos minerales son cuatro oxígenos dispuestos en los vértices de un tetraedro regular coordinado con silicio. La diferencia entre los distintos grupos radica en cómo se unen estos tetraedros.
IX. Sustancias orgánicas
En esta última categoría de la clasificación de Strunz se encuentran los siguientes tipos de minerales: petróleo, carbón, antracita, lignitos y otros.
El ámbar es un mineral que se forma a partir de la resina vegetal fosilizada. Suele proceder de los restos de las coníferas.
La clasificación establecida actualmente es algo distinta, dividiendo los minerales en diez clases siguientes, que están divididos en grupos y familias de acuerdo a su composición química y estructura.